sábado, 28 de marzo de 2020

A las Antillas menores: Guadeloupe francesa

En una fría mañana de invierno me planto en barajas, un vuelo de iberia es el encargado de trasladarme a parís, unas 5 horas de espera en Orly hasta el vuelo de Level con destino caribeño.
A las 20pm ya es noche cerrada en las Antillas francesas, en concreto Gaudeloupe island sera el punto de partida de esta nueva aventura. Como apunte recordar al lector que todavía pertenecen a Francia en el caribe las islas de Guadeloupe, Martinica, San Bartolome y la mitad de San Martín.
Tras recoger el coche de alquiler para los 2 primeros días toca encontrar la casa de alquiler. Menuda movida no estaba indicada preguntamos en un restaurante cercano, la dueña hablo por teléfono con el dueño y nos facilito las señas de como llegar, a cambio nos apretamos un buen pescado mientras jugamos un domino con su hija.
Al estar por el norte de Grande-terre en gros-cap conducimos a pointe de la grande vigie, zona de pocas playas y poderosos acantilados mirando el ventoso atlántico. Debido a la brisa no se nota mucho el sol en la piel, hasta que anochece y pareces el doctor Zoidberg 👀

En Port Louis me doy mi primer baño caribeño en la playa de Suffleur, aguas tibias y limpias perfectas para la ocasión, el coche ayuda y mucho a despreocuparse de nuestras cosas. Seguimos rumbo sureste a la población de Moule con descanso en su puerto pesquero. Empiezo a habituarme al colorido de las casas; o como en este caso un restaurante:
En la tarde llegamos a Saint-francois un pueblo animado en el que cenar algo, pero antes vamos a la punta sureste un parque natural repleto de vendedores de souvenirs alrededor de la playa de las salinas. Entre el pueblo y la playa descubrimos una zona ideal para la acampada, cenamos algo con mi primera cerveza Carib y allá que vamos.
Las pase putas la primera vez montando la tienda hasta que dí con la forma de hacerlo, no esta nada mal la carpa teniendo en cuenta que he pagado 25 euros por ella. Lo mejor de este enclave perdido es el amanecer a las 6 y pico de la mañana; y estirar la espalda dolorida por la castaña de tumbona hinchable que tengo para dormir, pero había que reducir espacio en la mochila de 30 litros.

Hacemos algunas compras en Saint-anne en una jornada intensa conociendo la parte mas turística, saturada de turistas franceses en la zona de Le Gosier. La playa de la Datcha es el sitio mas llamativo, recomiendo el extremo de la derecha separado por unas rocas, mas tranquilo que la playa principal.
Devolvemos el coche de alquiler y un bus nos lleva a Basse-terre isla vecina, montañosa y volcánica a diferencia de Grande-terre que es mas antigua y de base coralina.
El cartero lo tiene chupao los buzones suelen estar a la entrada de una calle todos juntos.
En Capesterre a las afueras hay un sitio perfecto para acampar cerca de una rotonda, segundo día de acampada y segundo día que llueve un rato antes del amanecer vaya panorama.
El plan es ascender al pico de La Soufriere desde el nivel del mar, ya que no hay transporte publico al comienzo del trekking, todo el mundo va en coche. Ah y con los mochilones menuda pirada jejeje.
Tras 7 km sudando la gota gorda llegamos al camino donde realmente comienza el trekking.
En una hora alcanzamos la tercera cascada de la ruta, Troisieme chute du carbet sitio ideal en el que bañarse. Excepto una pareja absolutamente todo el mundo con quien te cruzas es francés, en ese sentido me parece aburrido este territorio de ultramar que poseen.

Tras el merecido baño se tarda hora y media en llegar a la segunda cascada, por una fuerte subida en la selva con algún cruce de río. Impresiona pero solo se puede ver desde una plataforma cercana al centro de visitantes, al cual se accede por la carretera D4 solamente con coche o taxi.
En la zona de baños hay unas casetas de picnic en las que pasar la noche, vuelve a llover antes del amanecer y mi tienda Kounga de una sola capa aguanta como un titan.

Algo que tampoco me esta gustando es el hecho de que ni dios habla un poco de ingles, ese orgullo francés de que son algo grandioso lo veo anticuado en el mundo global que vivimos.
Por miedo a que las vea alguien subimos la parte mas dura con las mochilas grandes a la primera cascada o chute du Carbet, situada a 1160 msnm, hubo un momento que despejo y se pudo ver la imponente doble cascada que cae casi desde la cima, la sufriere tiene 1467 metros. Algo con que no contábamos desde este tramo el sendero a la cima es peligroso, y con poca agua y comida desistimos y damos la vuelta; el plan era bajar por el sendero mejor preparado del oeste a Basse-terre.


Otro día de palizon volvimos a los baños donde acampamos cerciorandonos de los inexistentes buses que bajasen a la carretera principal, comemos algo y para abajo hacia la N1. Ya abajo visitamos la playa de Bananier para pasar la noche, no sin antes ir a una pizzeria cercana. Menuda tormenta repentina cayo se voló por el viento el sombrero del techo calándose la tienda, pude pasar las mochilas a la otra tienda y refugiarme en un restaurante hasta el amanecer. Ya con el sol matutino deje secar la tienda y envolverla mas o menos. Al frente tenemos la isla de Marie galante también de Guadeloupe.

Hacemos breve visita a la capital Basse-terre la cual se ve menos abandonada que Pointe-a-pitre en la isla vecina, ademas tiene un aire mas caribeño con música en cada rincón o plaza.
Nota: crema de afeitar tamaño viaje de 50ml la friolera de 5´90 euros por despistado.

Volvemos a Grande-terre ya que a la mañana siguiente tenemos ferry a Dominica. Nos alojamos en el barrio de cocoyer cercano a la capital, bendito el día el maps.me nos mando a otra dirección a 2km de la casa en cuestión. La comunicación por booking en ingles muy bien pero al llegar una mujer mayor solo habla francés, tras enseñarla el pasaporte nos muestra el estudio explicando por señas los servicios que tiene. Un merci beaucoup es la despedida y duchazo de media hora larga tras cuatro días acampando que gozada.
Esto es lo que se pasea por el caribe de forma general, viene bien a la economía local pero no creo que les divierta mucho a los lugareños, ver desfilar hordas de cantamañanas tirando fotos con camisas hawaianas. Nos despedimos de la primera isla antillana dejando atrás la mole anclada al puerto; nuestro ferry es mas pequeñín menudo mareo el mar estaba revuelto 3 horas amarillo juas.
Vamos que nos vamos.....